FERRAN GARRIGA OLLÉ.

 

Durante el pasado mes de abril, un grupo del MCRC pidió a través del programa de radio la afiliación de sus simpatizantes para ayudar al grupo y a Antonio García Trevijano en la hermosa tarea de recuperar las libertades colectivas para mi país. Así que el día 27 de abril envié mi solicitud, que encontré en la página del Diario RC. Ése fue el origen de mi vínculo con ellos.

 

Mi colaboración con dicho grupo fue la siguiente: se iban a redactar unos estatutos, así que quise ver de qué iba en realidad este grupo, ya que no sabía ni sé el motivo de la deslealtad que tuvieron con Trevijano. Leí los estatutos y no me gustaron, así que intenté redirigir al grupo para defender los principios del MCRC proponiendo y aclarando unos cuantos puntos, que incluso redacté en un documento adjunto. A José Luis Escobar le parecieron perfectos, pero se ve que en la Asamblea que se convocó para debatir los estatutos, mis propuestas no fueron aceptadas.

 

A partir de ese momento, cesa por completo mi actividad con el grupo ya que considero que sin la inclusión de mis propuestas en los estatutos, mis objetivos y sus objetivos no estaban alineados. Desconozco por completo el estado actual de dicho grupo pero considero que hay que estar alerta de todos los grupos sociales que se levantan para denunciar éste régimen y monitorizar su avance e ideales. Y creo que es mi obligación intentar abrirles los ojos. Pero es igualmente importante no hacer concesiones ni acuerdos ninguno respecto a los principios a defender. Los principios son los que son y no son negociables.

 

¿Cuáles son mis objetivos? La difusión y la defensa de la RC como único modelo sensato para España. Soy sensible a la realidad española respecto a su incultura política y a su desapego, y por eso estoy especialmente centrado en la difusión a esa parte de la sociedad. Considero que don Antonio ya hace un trabajo excelente y único sentando las bases culturales y teóricas, pero creo que no llena el nicho social que he comentado; allí es en donde quiero centrar mi aportación: marketing y difusión a las masas.

 

Para dicho objetivo llevo ya mucho tiempo invirtiendo muchas horas de trabajo personal en la creación de material adecuado para mi objetivo. En julio de 2011 escribí un documento para pasarlo a amigos y familiares que puse al alcance de todo el mundo a través de dropbox (que pueden ustedes encontrar aquí). Lo comuniqué en el foro del MCRC y pedí ayuda para mejorarlo y corregirlo, pero no obtuve ninguna.

 

Más tarde, diseñé unas pancartas para colgarlas en las paredes y en los balcones de toda España. Ofrecí mi trabajo al grupo del MCRC y las pueden ustedes ver en los álbumes del grupo del MCRC, bajo el epígrafe Diagramas-Pancarta MCRC.

 

Ya más recientemente, hablando con amigos y amigos de amigos, me di cuenta de que nadie sabía absolutamente nada sobre la RC, y que la contestación de “cómprate el libro de la Teoría Pura de la República” queda en tierra muerta ya que solo un porcentaje muy pequeño de la población va a tener la voluntad de leerlo. Sólo aquellas personas interesadas en política lo podrían hacer, pero la inmensa mayoría no. Así que me propuse dos iniciativas muy importantes para su difusión.

 

La primera consiste en crear una página web que explique de forma muy sencilla y precisa la RC, para poder dirigirla a toda la gente que está descontenta pero que no está muy interesada en leer grandes párrafos. Contendría diagramas, vídeos y animaciones llamativas. Estaría enfocada a captar la atención del público y explicar y comparar la RC con el actual sistema.

 

Una vez explicada la RC, si los ciudadanos llegan a la conclusión de que están de acuerdo con la idea, la siguiente pregunta sería: muy bien, ¿y ahora qué hago yo?. Así que mi segundo objetivo es ofrecer un plan de acción, paso a paso, para conseguir la RC. De esta forma, la página web constaría de dos partes, la propuesta y la acción.

 

Entonces emprendí mi proyecto. Redacté todo el contenido que quería incluir en un documento colaborativo en Google para animar a más gente a colaborar, ampliar las secciones que faltan por redactar y corregir las partes que están incorrectas, pero ahí también me quedé solo. Es muy difícil conseguir colaboradores que sacrifiquen su tiempo personal. Aún así, he continuado tirando del proyecto hacia delante aunque todavía no puedo presentar la página web porque no está acabada.

 

Estoy invirtiendo mi tiempo y mi dinero en lo que considero mi deber como ciudadano, aunque yo viva en Londres. La publicación internacional de los libros de don Antonio en formato electrónico forma parte de mi ideario: poner al alcance del máximo número de personas, y de la forma más sencilla posible, la RC. Y a esa tarea dedicaré mi esfuerzo para poner mi grano de arena.

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