“Tengo el honor de dirigirme a usted en nombre del Gobierno de España, para solicitar formalmente asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras españolas que así lo requieran”. Con una nota de prensa apresurada y deslabazada (se repite 13 veces la palabra “financiera” en 5 párrafos), el ministro de Economía, Luis de Guindos, rubricó el mal trago de tener que inclinarse ante el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. El euro exige la genuflexión en un día en el que se ha conocido además que los “hombres de negro” están ya en España y se han instalado tanto en el Banco de España, el Ministerio de Economía como incluso en la propia Moncloa. Y hay veces en que una imagen vale más que mil palabras, pues la curiosa fotografía que ilustra este artículo no es un montaje: recoge el momento en que Juncker saluda a De Guindos en tono aparentemente distendido durante la última reunión del Eurogrupo.

 

Bromas aparte, lo único cierto es que los trabajadores del FMI y del BCE ya llevan varios días en España porque participan en el proceso de auditoría de nuestras entidades financieras. Una vez se confirmó la línea de rescate a España, Bruselas exigió que la Comisión y la European Banking Authority (EBA, el órgano supervisor de la banca europea) examinasen también la restructuración bancaria española.

 

“Desde el viernes 15 de junio, todos ellos tienen en Madrid una atareada agenda con reuniones en el Banco de España, el Ministerio de Economía y Moncloa. Y no sólo han dado el visto bueno a las auditorías de Oliver Wyman y Roland Berger publicadas el pasado jueves. Además, han estado negociando los términos del rescate a España, el llamado Memorandum of Understanding (MoU), un documento en el que se incluirán todas las condiciones de los préstamos” señala el diario digital Voz Populi, que dirige el periodista Jesús Cacho.

 

En la información publicada por Antonio Maqueda, se asegura que el contenido de estos encuentros no se ha limitado exclusivamente al sistema financiero. Las reformas de la Economía española y las medidas para reconducir el déficit público también han sido discutidas. Algunas fuentes cercanas al Gobierno admiten que en estas conversaciones se está presionando para que el Ejecutivo tome más iniciativas en el ámbito fiscal, pues los ingresos se están desviando. Fruto de estas sesiones de trabajo, saldrán unos borradores con toda la información y las recomendaciones sobre las que luego los líderes europeos, el BCE, la Comisión y el FMI acordarán el documento final.

 

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