El informe de Unicef titulado “El impacto de la crisis en los niños”, elaborado por Gabriel González-Bueno, Armando Bello y Marta Arias y editado con la colaboración de La Caixa, aflora resultados sorprendentes: España (29% de pobreza infantil) se acerca al nivel de Polonia (30%) y Lituania (34%), aunque ahora está en los mismos porcentajes que Reino Unido, Italia, Grecia y Portugal (28/29%).

 

Los países con mejores ratios de pobreza infantil son Finlandia, Suecia, Dinamarca, Eslovenia, Países Bajos, Austria y la República Checa (14/18%), mientras que los peores son Rumanía, Bulgaria, Letonia, Hungría e Irlanda (37/48%). En la zona media de la tabla se encuentran Eslovaquia, Malta, Estonia, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Alemania y Chipre (21/25%). El informe completo está disponible gratuitamente en la web de Unicef.

 

“Si el 29% de los menores está en riesgo de pobreza es que ha dejado de pertenecer a la clase media y se ha integrado ya en la pobreza” dijo Trevijano en los informativos de Radio Libertad Constituyente, al tiempo que alertaba de que se está abriendo una brecha muy grande entre los muy ricos y los pobres. Según los últimos datos estadísticos, esta diferencia es la que existía en los tiempos de la guerra civil.

 

El abogado distinguió entre dos tipos de clase media: la de los funcionarios estatales y autonómicos o los empleados de las grandes empresas que se asemejan a funcionarios privados, “cuya situación es precaria y mala pero tienen el porvenir asegurado”. Y por otro lado, los trabajadores de pequeñas y medianas empresas privadas, profesionales o autónomos que no tienen asegurado su porvenir y que se deslizan hacia la pobreza, donde ya están los parados.

 

“La diferencia entre PP y PSOE es que ambos ayudan y favorecen a las grandes fortunas, pero los socialistas lo hacen con demagogia”, dijo Trevijano, que insistió en que es el actual régimen de partidos y sindicatos financiados por el Estado el que está provocando esta reducción a pobres y ricos.

 

“Ni siquiera IU defiende a los pobres y de hecho sostiene a la Monarquía porque también defiende al Estado. Sin libertad todo son demagogias y sin división de poderes todo es corrupción. Nosotros, el MCRC, somos los únicos verdaderos revolucionarios de toda Europa porque defendemos ambos valores políticos. Una vez alcanzados, cada miembro de nuestro Movimiento podrá elegir libremente entre estar a favor de la banca y el libre mercado o del obrero y el socialismo estatal, pero ahora todos deben unirse en lo previo, la conquista de la libertad política colectiva”.

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