Al presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, ya no le respalda nadie ni en el Parlamento ni en el propio CGPJ. Nadie ha salido en su defensa, ni nadie lo hará después de conocerse hoy que a sus controvertidos seis viajes a Marbella con cargo al erario público había que sumar otros 14 desplazamientos a Puerto Banús, según denunciaba el diario El País.

“Como puede funcionar un país si el jefe del Estado participa en la corrupción de Urdangarín y de su hija y el presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo está también acusado de corrupción? Ni un solo miembro del Poder Judicial ha salido en su defensa porque sabían lo que estaba sucediendo, me fío de su credibilidad. Solo el vocal José Manuel Gómez Benítez ha tenido el valor de denunciar las andanzas deshonestas de Carlos Dívar”, dijo Antonio García Trevijano en Radio Libertad Constituyente.

Trevijano defendió que la primera condición de un cargo público debe ser su dignidad y se puso como ejemplo cuando dimitió como coordinador de la “Comisión de los 9” que habría de entrevistarse con Adolfo Suárez para negociar la legalización de los partidos políticos.

“Yo fui difamado por una falsedad, pero dimití por dignidad. Me atribuyeron una corrupción personal, y aunque Santiago Carrillo, el Partido Socialdemócrata y el Partido Liberal vinieron a mi casa a lamentar y condenar la actuación del PSOE contra mí, no quisieron hacer pública su reprobación. Gracias a aquella decisión mía hoy puedo seguir proclamando mis ideas con orgullo”.

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