Una de las perores noticias, que se han divulgado en España en el último siglo, fue publicada el día diez de enero del año 2.007, en una revista profesional: Magisterio. El titular era el siguiente: “Baja el nivel educativo de una generación a otra, por primera vez en cien años”. Seguía un exhaustivo y devastador informe sobre los efectos de la LOGSE. Las consecuencias de este desastre son ya catastróficas para España.   Fue el legislador Solón quien estableció que quien no educara bien a sus hijos, perdía el derecho a ser mantenidos por ellos en la vejez. La voz del viejo Solón resonó en el hemiciclo de las Cortes el día 12 de mayo de 2.010, cuando ante un desastre económico, se decidió que fueran los jubilados los primeros que había que sacrificar.   D. Antonio García Trevijano, defiende en la emisora Libertad Constituyente, que la acción, educa más que la instrucción: Una acción popular, enseña más que cien carreras.   La afirmación es evidente, corroborada por la ciencia, exacta y a la altura intelectual del contenido de esa emisora, que ya es extraordinario en todas las materias que trata, pero el trabajo que está realizando en materia de instrucción, es único, no tiene competencia y no existe trabajo mas serio, perdurable y beneficioso para la nación que el realizado sobre la instrucción. El acierto de instruir en lugar de educar, programa de los miércoles es apoteósico.   Propongo, siguiendo al Sr. Trevijano, una acción sencilla: abrir una cuenta a nombre del MCLC y recaudar dinero para levantar un monumento a la ignominia, en lugar bien visible, donde figuren con nombres y apellidos, los responsables de que el sistema educativo español, sea uno de los peores del mundo. Dejando además un espacio en blanco para cincelar en él, los nombres de quienes pudiendo mejorar la enseñanza en el futuro, no lo hagan, tomando a modo de evaluación, los informes PISA y de la OCDE. Seríamos muchos los que estamos dispuestos a realizar modestas aportaciones.   Las consecuencias de un buen sistema educativo, ya las contó Herodoto cuando describió el sistema educativo persa: duraba desde los 5 hasta los 20 años, y versaba solamente sobre tres materias: tirar con arco, montar a caballo y decir la verdad.   Este sistema educativo, riguroso en la ética y en la preparación bélica, trajo consigo el imperio más grande de  su  época.  Existe una relación evidente de causa-efecto entre el sistema educativo y el devenir posterior de la nación. Siempre ha sido así.   No se entiende que partidos, sindicatos o movimientos ideológicos pretendan mejorar la sociedad sin mejorar el sistema educativo. Es imposible. Una sociedad que tiene uno de los peores sistemas educativos del mundo y durante treinta años no lo mejora, es porque sus partidos políticos, sus organizaciones, están compuestas por necios, ilusos o lo que es peor: por canallas. España ocupa un puesto vergonzoso en el sistema educativo a nivel mundial durante décadas. Nada se ha hecho. Nada se espera.   A tal altura de ignominia hemos llegado que para mejorar las estadísticas de la OCDE hemos suprimido el cero en las calificaciones, para convertirle en un uno, y sucesivamente el 4 en un 5, con lo que conseguimos mas aprobados sin mejorar un ápice el sistema. Lo importante para el político, es la foto de la estadística. Lo de menos es preparar a la juventud para un futuro duro e incierto. Resultado: debido a la baja preparación de los jóvenes, no se puede esperar que el país aumente la productividad a corto plazo, han de competir con europeos en inferioridad de condiciones y en el mismo mercado, no existe escalada social mediante la instrucción, casi un 50% de los jóvenes está en el paro….   Por esto propongo hacer una foto perdurable a los políticos responsables de esta catástrofe y lo más importante: que quede espacio libre para los responsables del futuro.   ¿Estaría usted de acuerdo en colaborar en el monumento a la ignominia? Resultaría más engalanado por la multitud de colaboradores, que por las cuantías donadas.

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