La 'sociedad Tse Tse' Nunca he tenido una relación social intensa con las moscas, excepto con la del vinagre que, como bien saben, tiene un genoma bastante complejo, secuenciado en el año 2000 y que es bastante similar al de los seres humanos. Con la Drosophila Meganogaster – la razón del nombre es preciso buscarla en el Registro Civil – he tenido conversaciones esporádicas que podemos sintetizar en una frase: la cosa no está nada clara. Y 'la cosa', pese a ser un singular, por aquello de la hiperinformación, se ha convertido en un amplísimo plural. La cosa es el todo en este mundo en que nos movemos y que asimismo nos mueve. Lamentablemente, de ese macroespacio, que no se limita a España, ha desaparecido la libertad política colectiva, sin la cual una sociedad está impedida de elegir su sistema de Gobierno. Luego, hablando con propiedad, si se nos ha impuesto una Constitución, si no existe separación de poderes en origen, si partidos y sindicatos se han adueñado del Estado, si el tráfico de influencias es brutal y la corrupción y malversación del dinero publico generalizada, podemos afirmar que sufrimos una dictadura. Está más que claro: todo se 'dicta' desde arriba y al ciudadano se le contenta con votar, que no elegir, cada cuatro años a unas listas de elementos anulados en su conciencia por las secretarías generales de los partidos. Para aquellos encantados de rasgarse las vestiduras cuando se habla claramente y sin eufemismos de ningún tipo, en nuestro país elegimos a quienes nos roban y, para más inri, alimentamos a los grupos del Congreso y Senado y a los sindicatos con dinero del contribuyente. Pagamos a quienes nos desvalijan, cosa que ni admite la política seria ni tampoco el sentido común.   Hace poco, hace muy poco, palabras y frases como partidocracia, oligarquía, libertad política colectiva, manipulación de conciencias, fraude de la Ley Electoral, división de poderes en origen, libertad constituyente, el voto como derecho político … quedaban limitadas en su hábitat a los textos de pocos expertos en Ciencia Política y a los discursos de algunos pensadores. En España, aunque la partidocracia conoce perfectamente la mentira en  que tiene sumido  al  país,  sólo  D. Antonio García Trevijano ha mantenido una contínua acción, durante el franquismo y posteriormente durante la denominada transición -transición a ninguna parte – para llegar a conseguir de España una democracia formal, ya que aquí no se cumple ni un sólo principio para que podamos hablar de ella. Ni de sistema. Vivimos un régimen proviniente de un consenso traicionero llevado a cabo por los herederos directos del caudillismo franquista y apoyado por una presunta izquierda, que en estos momentos, en caso de existir, que no existe, produce risa. Basta con señalar que los votos de los ciudadanos, en realidad súbditos, no valen lo mismo, para ver que estamos en una nación gobernada por auténticos trileros. Con la creación del MCRC y su incesante avance, además de con las últimas protestas en la calle, aunque caóticas y efímeras, los ciudadanos comienzan ya a manejar con propiedad el lenguaje político, que no es lo mismo que el 'lenguaje de los políticos', pura verborrea recogida día a día por medios de comunicación que han abandonado la vocación de servicio al ciudadano para adoptar la función de transmisores del poder, luego cómplices de la infamia. Pronto, muy pronto, desde el próximo 3 de Octubre se darán de bruces con nuestra radio, Libertad Constituyente, un entorno informativo que recoge la misma filosofía del Movimiento Ciudadano para la República Constitucional. Para nosotros, aún siguen existiendo la moral, la ética, la lealtad, la honestidad, la rebeldía ante la injusticia y la búsqueda de la libertad política colectiva. Lo demostraremos.   Hablaba de moscas. Mi gran amigo y maestro Antonio Machado les dedicó algunos de sus versos: “Vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras moscas vulgares, me evocáis todas las cosas”. Sustituyan 'golosas' por 'enriquecimiento ilícito' y 'vulgares' por 'vulgares e ignorantes' y encontrarán la similitud entre esos bichejos y los políticos en general, sin entrar en comparaciones sobre la capacidad cerebral. Pero no sólo tengo la mosca tras la oreja con esos a quienes llaman diputados y senadores cuando en realidad son carnes serviles de olvidada conciencia y dedo alzado o botón apretado; también tengo la mosca con los ciudadanos que, al fin y al cabo, son quienes permiten este camarote de los hermanos Marx llamado España, aunque sin la inteligencia e ingenio de Groucho. La sociedad española parece ser víctima de una Glossina, no otra que la mosca Tse Tse, díptero tan sinvergüenza que no sólo es hematófogo sino que de paso que te chupa la sangre te inocula el Trypanosoma Brucei, que cura el insomnio para siempre jamás, aunque el método no es nada recomendable.   Atrapada está nuestra convivencia por la Tripanosomiasis africana, cosa que no es de extrañar, puesto que ahí tenemos la cercanía geográfica, el problema del Sahara, la inmigración más pobre, a Gadaffi hecho un basilisco y al siroco, ese viento que lleva el polvo en suspensión y que, dice la tradición oral, enloquece a quienes lo sufren en exceso. Así, una persona afectada en extremo por este viento constructor de dunas, suele terminar 'asirocada' o lo que es lo mismo, demenciada. Uno de los ejemplos más cercanos lo tenemos en el presidente Zapatero, que sigue riéndose en las fotos como si le hubiera tocado la Lotería. Cuando el Gordo nos cayó a nosotros con el sainete de su socialdemocrático actuar. ¡Qué pena! Ahora toma el testigo Rubalcaba para dejar clarito como se manejan los poderes del Estado, preferentemente el Judicial, para intentar que las encuestas lleguen a decir lo que él quiere que digan. ¡Que gran pena! Pero decíamos de la población. La enfermedad del sueño tiene una primera fase, denominada hemolinfática, cuyas manifestaciones fundamentales son la fiebre y el dolor de cabeza. La fiebre es una de las principales causas del absentismo laboral en España y el dolor de cabeza es una excusa muy utilizada para frustrar las intenciones amatorias del macho ibérico, tan dado a ellas según los sondeos sobre el turismo, la frecuencia del coito y la utilización del preservativo. Lo dicho: esta primera etapa de la Tripanosomiasis se cumple. A continuación, acontece la fase neurológica. El Trypanosoma penetra hasta el encéfalo y la organiza haciéndose el amo del sistema nervioso. Llegados a este punto, el ciudadano se sienta en el sofá a ver basura televisiva – sus sentidos están alterados y su coordinación es nula – para acabar roncando mientras la oligarquía celebra esa fiesta que lleva ya 33 años sin interrupción. Para que se quejen de los guateques de los 60 y 70 del pasado siglo. Finalmente, si la enfermedad no es tratada, el afectado muere. Aunque algunos que parecen vivos están muertos en cuanto a actividad cerebral se refiere.   Ahora, en menos de un mes, los mismos partidos que nos han conducido al desastre llevarán a abrevar a los rebaños a las urnas de lo que llaman democracia, cuando cualquiera con dos dedos de frente se partiría de risa al ver aplicar ese calificativo al régimen español. Ya conocen la postura del MCRC: nosotros no vamos a ratificar esta tomadura de pelo por cuatro años más, de modo que propugnamos la abstención activa. Leyendo sólo las 80 páginas del libro Libertad Constituyente, de Antonio García Trevijano, verán ustedes por qué optamos por la única solución que puede conseguir la libertad política colectiva. Verán también que lo que existe es un espanto. No obstante, a pesar de lo dicho, yo creo que muchísimos españoles conocen ya la calaña de quienes nos desgobiernan y el régimen que sostienen, aunque prefieran simular que han sido picados por la mosca Tse Tse para no mover el trasero del banco. Yo, en su debido momento, me vacuné contra ese bichejo de la única manera que uno puede vacunarse: pensando, analizando la realidad y extrayendo las pertinentes consecuencias. El 20-N murió un dictador. Ahora, otro 20-N, si ustedes no lo remedian, ratificará una dictadura vestida de carnavalero entierro de la sardina. No jueguen a la ruleta rusa. Es un favor que les pido y un favor que se hacen. O en los próximos cuatro años seguiremos precipitándonos al abismo con esa bala que siempre está en la recámara.

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