Naturaleza dual de la luz de Sol La luz tiene una naturaleza dual de onda/corpúsculo. La Teoría cuántica y el experimento de la doble rendija lo ha demostrado. ¿Tendrá el movimiento 15M una naturaleza democrática formal junto con la naturaleza democrática material? En el fondo la materia es onda de luz al igual que todo el movimiento 15M es también reivindicación de la democracia formal que no tenemos.   Sin embargo al intentar observar o medir científicamente el comportamiento de los electrones o fotones, la misma observación o medida hace inobservable su naturaleza ondulatoria. ¿Ocurre lo mismo con el movimiento 15M ?   Siempre he considerado que el progreso de la ciencia de la naturaleza está asociado a nuestra creencia de cómo debe estar organizada y estructurada la sociedad humana según cada época histórica.   Es útil, en este sentido, hacer una comparación entre (a) la evolución de la ciencia Física desde Newton a la Teoría cuántica respecto a la naturaleza onda/corpúsculo de la luz y de la materia, y (b) la consecución de una forma de Estado legítima que permita una verdadera democracia formal como sistema de gobierno.   En la conquista de una nueva ciencia física están entretejidas las teorías científicas (a,1) y los experimentos cruciales (a,2) que describen la realidad, y algo similar ocurre en la conquista de la forma política más verdadera (RC) que precisa de la síntesis de la libertad constituyente( b,1) y de una verdadera ciencia política (TPRC) (b,2).   El movimiento democrático de los indignados españoles conseguirá una revolución histórica de la libertad si otorga una forma política mediante la libertad constituyente a su materia social, logrando así percibir la naturaleza dual de las revoluciones, como es dual la luz y la materia componente de la Naturaleza a la que los seres humanos pertenecemos como una parte más.   El movimiento democrático iniciado, en una especie de Primavera española, un 15M en la Puerta de Sol de Madrid, tendrá una fecha culminante el próximo 23J, fecha de 23 de julio en la que llegarán a Madrid, desde los cuatro puntos cardinales de España, las Marchas Populares de Indignados, que siendo la misma luz irradiada desde Sol pondrá de manifiesto, explícitamente, la dualidad real del movimiento social exigiendo la libertad constituyente.   La indignación de la Primavera española debe estar a la altura del conocimiento de la Naturaleza, y de la luz de la ciencia política, en nuestro siglo XXI. Dicho conocimiento científico afirma que la luz y, en general, toda la materia se comporta con una doble naturaleza: corpuscular y ondulatoria.   La materia en la Naturaleza es dual al igual que la democracia en política es dual: la materia es partícula elemental como la democracia es democracia material o derechos humanos y, a la misma vez, la materia es onda como la democracia es también necesariamente democracia formal.   El movimiento 15M y DRY enarbolando las afirmaciones de “No nos representan”, “Lo llaman democracia y no lo es” ”, y “ Libertad constituyente, Ya!” reivindica a la misma vez derechos humanos y sociales, y una Constitución democrática.   Si la partícula elemental o libertad individual se considera a la manera clásica de la Física newtoniana o de la política ideológica, entonces no existiría o no sería real ni la partícula elemental ni la libertad o derecho individual.   Igualmente si la onda o democracia formal se separa o desliga de las partículas elementales o de las libertades individuales y derechos sociales humanos, esa onda o democracia formal se convierte en una Idea o Forma separada, es decir, en una Forma de otro mundo, pero no de nuestro mundo real, el único mundo existente.   El movimiento democrático de la Primavera española, iniciado el 15M, debe culminar en la propuesta de un cuerpo político o forma de Estado (República Constitucional) que pueda aportar perfectamente el dualismo político natural de la democracia formal y material.   Esta afirmación podemos ilustrarla, al modo del símil platónico de la caverna respecto a la situación del alma humana sin educación y prisionera de su ignorancia que precisa ser liberada, con el experimento de la doble rendija de Young en la Física contemporánea.   Para la Física moderna de Newton en el siglo XVIII existían, como para la opinión pública de hoy en día con simples conocimientos mundanos sobre la Física, diferencias obvias entre una onda y una partícula. Tal cosa era evidente teniendo en cuenta el mundo tridimensional de cuerpos en el que nos movemos los humanos.   Thomas Young ideó en 1801 el experimento de la doble rendija para saber si llevaba razón Newton con su teoría corpuscular de la luz o, por el contrario, la llevaba Hooke y Huygens con la teoría ondulatoria.   Imagina un estudio subterráneo en el que entra tan solo un haz de luz por una rendija muy estrecha y la luz llega a una pared intermedia con dos ranuras. Imagina también que al otro lado de esta pared hay una pantalla o placa fotográfica y que cuando una de las rejillas se cubre aparece un único pico correspondiente a la luz que proviene de la ranura abierta.   Pues bien, cuando ambas rejillas están abiertas en lugar de formarse una imagen de superposición de las obtenidas con las rendijas abiertas individualmente, tal y como ocurriría si la luz estuviera hecha de partículas o corpúsculos, se obtiene en cambio con el tiempo (a-e) una figura de interferencias con rayas oscuras y otras rayas brillantes.   Young comprobó un patrón de interferencias en la luz (e), resultado que contribuyó a reforzar la teoría de la naturaleza ondulatoria de la luz. Ganaba Hooke y Huygens y perdía Newton al igual que con el estudio científico de la política ganaba la Revolución norteamericana y su constitución democrática frente a la Revolución Francesa y la Revolución Rusa.   Pero era una victoria parcial porque no tenía en cuenta algo natural, a saber, que nuestro mundo (el mundo en el que realiza su vida cotidiana el ser humano) es un mundo de cuerpos o partículas, y ello aunque la Física de Newton no fuera la correcta en el fondo.   La Teoría cuántica pondría las cosas en su sitio. Las dos teorías aparentemente opuestas sobre la naturaleza de la luz y de la materia (la ondulatoria y la corpuscular) tienen razón. Una no invalida a la otra. Igualmente podemos comprobar nosotros en el cuerpo político de una República Constitucional en acción, si la enfocamos con la luz de la libertad política colectiva se comportará como una democracia formal y si la enfocamos con la luz de un gobierno encaminado a la conquista de los derechos sociales e individuales se comportará como democracia material.   Pero recordemos cómo se veía el mundo natural hasta hace muy poco tiempo: hasta los años veinte del siglo pasado todo el mundo pensaba que una partícula o un cuerpo físico ( no consideraremos el cuerpo místico, ni a la partícula mística) ocupa un lugar en el espacio y tiene masa, mientras que una onda, en cambio, se extiende en el espacio con una velocidad definida y masa nula, pero de forma revolucionaria Luis-Víctor de Broglie en 1924 propuso la existencia de ondas de materia: toda materia tiene una onda asociada a ella cuya longitud respondía a la relación entre la constante de Plank (h) y la cantidad de movimiento de la partícula material (p).   Pero la Matemática no es la Física, ésta precisa de experimentos para comprobar, descubrir e inventar. Por lo que la naturaleza onda/ partícula de la luz (y de la materia en general) se demuestra con el mismo experimento de Young que servía para demostrar la naturaleza ondulatoria de la luz (el experimento de la doble rendija) y, además, con una nueva explicación revolucionaria: la teoría cuántica. Teoría física que está en el origen de la tecnología computacional y fotoeléctrica actual ( incluido Internet, twitter y Facebook, instrumentos de comunicación de la Primavera española).   Por lo que la teoría científica de la Física del siglo XX y XXI afirma sin lugar a dudas la dualidad onda/ corpúsculo de la materia y de la luz. Lo dice Hawking: “la dualidad onda-partícula es un concepto de la mecánica cuántica según el cual no hay diferencias fundamentales entre partículas y ondas: las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa”.   El experimento de la doble rendija se perfecciona a principios de los años sesenta utilizando electrones. Lo que permite confirmar la dualidad onda/corpúsculo de las partículas subatómicas de las que se compone toda la Naturaleza.   El experimento ya no servía para dar la razón exclusivamente a Hooke y Huygens, ahora Newton también tenía razón, pero la teoría física paradigmática era ya otra: la de Einstein. En los años setenta se llegó a realizar el experimento electrón a electrón y sirvió para comprobar una vez más la dualidad onda/corpúsculo además de las hipótesis de Richard Ph. Feynman, físico premio Nobel al que le gustaba tocar el bongo en público y que podría pasar por “perro-flauta” del 15M.   Richard Ph. Feynman El experimento de la doble rendija siguió perfeccionándose: un grupo italiano liderado por Pier Giorgio Merli y de manera más concluyente en 1989 por un equipo japonés liderado por Akira Tonomura, y el resultado siempre ha sido el mismo. Vivimos, en el fondo, en un mundo de naturaleza dual.   Además, en la perfección del experimento de la doble rendija utilizando los conceptos de la teoría cuántica podía explicarse por fin la razón por la que la luz que se utilizaba en el estudio o habitación en el que se desarrollaba el experimento tenía la peculiaridad de influir en la manifestación de una naturaleza u otra de la luz: si el estudio estaba iluminado el comportamiento de la luz era el de naturaleza corpuscular, en cambio, si se mantenía a oscuras dicho comportamiento de la luz volvía a ser el de naturaleza ondulatoria.   En el experimento en el que se llegó a realizar electrón a electrón se pudo introducir un dispositivo de medida o de observación. Y el resultado fue que la medición u observación científica anulaba la fase ondulatoria del electrón o luz, manifestándose tan solo en su naturaleza corpuscular. Cosa que se explica por la teoría cuántica y no por la teoría clásica newtoniana.   En definitiva: la luz, y en general toda la materia que compone la Naturaleza, a la que pertenecemos como una parte más sin privilegio alguno, se percibe o comporta de dos formas, ambas reales y necesarias, como si fueran partículas elementales y como si fueran ondas. Pero si la observamos o medimos científicamente en el fondo solamente podemos ver su naturaleza corpuscular pero sabemos científicamente que su verdadera naturaleza es dual.   No hay verdaderas libertades individuales sin libertad política colectiva.   El movimiento 15M, la libertad constituyente y la República Constitucional presentan una naturaleza dual de democracia formal y de democracia material. Democracia formal cuando es iluminada por la luz de la verdad política de la libertad política colectiva, la separación de poderes en origen y la representatividad de los electores de las mónadas. Democracia material cuando es iluminada por la exigencia de los derechos humanos y sociales.   El próximo 23 de julio la naturaleza dual de la luz de Sol será más evidente. No estaremos simplemente observando, estaremos participando en la acción.

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