La campana de Boriska. Andrej Rublëv. Andrej Tarkovskij. Energía revolucionaria Uno de los momentos más emocionantes en las vibrantes memorias de Kropotkin, la lectura de las cuales produce la sensación sonora de uno de los más bellos e íntegros acordes humanistas, se produce cuando el joven príncipe y viejo revolucionario, relata cómo descubre por primera vez, junto a su bella prima de 19 años, la princesa Mirsky, la revista clandestina La Estrella Polar, publicada por el magnífico Alexander Herzen. La joven princesa pudo hacerse con varios ejemplares de la revista que leía con intensidad, empujada por el sentimiento de rebeldía amorosa al no haber podido contraer matrimonio con un primo del que estaba perdidamente enamorada. En palabras de Kropotkin "su corazón se rebelaba contra los obstáculos que se oponían a su felicidad, y su cerebro se hallaba por eso mismo más dispuesto para prestar buena acogida a la enérgica crítica que el gran escritor lanzaba contra la aristocracia rusa y todo su desacreditado sistema de gobierno". Cómo podía haber llegado aquella publicación revolucionaria a una de las casas de San Petersburgo frecuentada por "una brillante multitud de jóvenes pertenecientes al ejército y a la carrera diplomática", constituía para el joven Kropotkin un misterio.   A La Estrella Polar de Herzen le siguió Kolokol (campana) en julio de 1857, que sería la revista clandestina con mayor impacto revolucionario en la Rusia de Alejandro II, y probablemente de todo el siglo XIX, y que contribuyó de forma decisiva a crear una corriente de opinión favorable a la liberación de los siervos rusos. Kolokol fue editada por Alexander Herzen en Londres y distribuida en el interior de Rusia a través de una intrincada red que comprendía puntos de entrada tan distantes como Finlandia o Turquía y que estaba compuesta por toda clase de agentes, desde contrabandistas, pasando por libreros hasta diplomáticos. En palabras de Herzen "suyos son  los jubilosos  días sagrados de  la libertad, los cuales, mediante el repicar de campanas, llaman a los vivos al funeral de todo aquello que es decrépito, obsoleto, desgraciado, servil e ignorante en Rusia". Kolokol fue publicada ininterrumpidamente durante 10 años hasta 1867 siendo su último número publicado en 1868. Su período de mayor auge comprendió los años desde 1857 hasta 1863. Se dice que el apoyo de Herzen al levantamiento polaco de enero de 1863 fue el detonante que iniciara la caída en popularidad que viviera Kolokol a partir de aquella fecha. Si bien este hecho hubiera podido tener una influencia decisiva, Kropotkin nos relata cómo la atmósfera política en San Petersburgo cambió diametralmente tras el incendio del Apraxin Dvor en 1862 que arrasó el centro de San Petersburgo y que a punto estuvo de llevarse por delante al Banco Central de Rusia. En palabras del revolucionario anarquista: "Lo cierto es que el fuego del Apraxin tuvo las más deplorables consecuencias. A partir de esa fecha Alejandro II se entregó a los reaccionarios, y -lo que fue peor aún- la opinión pública de aquella parte de la sociedad de San Petersburgo, y en particular de Moscú, que más pesaba en las determinaciones del gobierno, arrojo? de repente su manto liberal, volviéndose, no sólo contra la sección más avanzada del partido reformista, sino que volvió? también la espalda a la más moderada". De la autoría del incendio se acuso? a los revolucionarios rusos y polacos, sin que se encontrara evidencia alguna tras las investigaciones realizadas, pero el estado de shock en el que se sumió la sociedad de San Petersburgo, hizo pasar por sospechoso a todo aquel simpatizante de los reformistas. Sin embargo, tras un incendio similar acaecido en la población de Simbirsk poco después, Kropotkin nos cuenta: "cuando Zhdánov, que era senador, fue enviado por el zar a hacer una investigación en toda regla, volvió   con   la  íntima  convicción  de  que   el continúa … {!jomcomment}

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