En esta época de achatamiento y esterilización del discurso universitario (si los brujos tenían aprendices y los maestros discípulos, ahora los profesores tienen ayudantes: el funcionariado ha disipado cualquier atisbo de magisterio), la crítica política, literaria, social, etc., refugiada en los medios de comunicación de masas, se ha transformado en palabrería propagandística o promocional. Debemos reconocer, sin embargo, la rara habilidad de los que enseñan lo que no saben, porque si se requiere poco ingenio para enseñar lo que se sabe, es preciso ingeniárselas muy bien para enseñar lo que se ignora. Así, tenemos en el espectro mediático, a una muchedumbre de especialistas en politología, es decir, en la ciencia infusa de la soberanía popular, el Estado de partidos o los partidos en el Estado, y demás patrañas metafísicas.   En las sociedades dóciles y aturdidas ante el Espectáculo (Milan Kundera señala que la estupidez comercial ha remplazado a la estupidez ideológica) se ha puesto de moda un tipo de vida fundamentada en el culto permanente a la banalidad, en el embrutecimiento de los que dicen que se lo pasan “estupendamente”, atiborrándose de telebasura o pornografía, vociferando en los estadios, huyendo por las autopistas, y adorando el bien supremo del consumo. Si la verdad es negada como algo inútil, carente de rentabilidad, cómo extrañarse del imperio del fraude político-bancario al que estamos sometidos. Spinoza escribe en su Ética que la codicia material –con el dinero convertido en el “verdadero compendio de todas las cosas”- y la ambición son formas del delirio o la locura (deliri species), aunque no queramos incluirlas entre las enfermedades.   El propio director gerente del FMI advierte que los bancos podrían estar ocultando la mitad de sus pérdidas, y que no habrá un crecimiento sano sin una limpieza completa de los balances bancarios. No obstante, al huero presidente del Gobierno, parece preocuparle más cosechar aplausos en la feria de vanidades que le organiza el PSOE los fines de semana, que afrontar la insolvencia y el posible colapso financiero.     "A pure theory of democracy"     Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"

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