Desde que Obama ganó las elecciones a la Presidencia de su país, no cesan de surgir, o de crecer, aspiraciones nacionales en otros Estados para ganar mayor protagonismo o relevancia en el juego internacional de las potencias. Aunque lo llamativo sea el desafío al poderío militar de los EEUU en tanto que factor decisivo del orden internacional (Corea del Norte, Irán), lo más interesante se está produciendo en el seno de organizaciones mundiales ya existentes y en las agrupaciones continentales en vías de creación. Como era de esperar, la UE no percibe la idoneidad del momento y la situación para estar presente en el mundo con voz propia. Por eso tiene tanto interés el seguimiento de las pasiones de poder internacional que manifiestan los países emergentes (China, India, Brasil), sobre todo a partir de su decisión de unirse a Rusia para dotarse de mayor autonomía en la regulación de los asuntos económicos, tecnológicos y monetarios de sus continentes y del mundo. El pistoletazo de salida lo dio el Presidente de Brasil, Lula da Silva, cuando afirmó en la Asamblea General de la ONU (2008) que había llegado “el momento de la política”, es decir, el final del consenso.   En “Los países BRIC llegan a la mayoría de edad” (El País, 16.6.09), Lula da Silva dice que vivimos con paradigmas rotos e instituciones multilaterales en declive, y que la crisis no hace más que aumentar un sentimiento de impotencia ante el cambio climático y el peligro de escasez mundial de alimentos y energía. “¿Están dispuestos los países ricos a aceptar una supervisión y un control supranacionales del sistema financiero con el fin de evitar el riesgo de otra crisis económica mundial; a renunciar a su control de las decisiones en el Banco Mundial y el FMI; a cubrir los costos de la adaptación tecnológica para que los países en desarrollo también se beneficien del progreso científico sin daño para el medio ambiente mundial; a eliminar los subsidios proteccionistas… que dejan a los campesinos pobres a merced de los especuladores de materias primas?”. Aparte de retóricas, el BRIC alcanzará la mayoría de edad si en su agenda de 5 puntos, para la reunión en Rusia, lograse acuerdo al menos en dos de ellos: revisión del dólar como moneda única de reserva y ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU, con sanciones a los miembros que actúen al margen de sus decisiones. Los países del BRIC representan la mitad de la población mundial, un 40% del globo terráqueo, la cuarta parte del PIB y el 65% del crecimiento económico mundial. Y salvo Brasil, que renunció al armamento nuclear, los demás son tres potencias nucleares.   florilegio "El derecho internacional es una entelequia si no tiene un juez y un policía."

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