Después de más de treinta años al frente del Gobierno autonómico, tener que abandonarlo sobrecoge a un PNV que se resiste a darse por vencido. El presidente de este partido, Iñigo Urkullu, rechaza la posibilidad de sacrificar la figura de Juan José Ibarretxe para pactar con el PSE y conservar algunas parcelas de poder. Urkullu se ha erigido en garante del orden político vasco, puesto que si Patxi López cruza el umbral de Ajuria Enea con el apoyo del PP sobrevendría la “inestabilidad institucional”.   Ante este anuncio de la llegada del apocalipsis, el jefe de los socialistas vascos acusa al PNV de introducir un discurso del miedo al cambio. El señor López cree que el PNV debe ir asumiendo su paso a la oposición –donde no se vive tan mal-, ya que este partido “no es el régimen ni la religión de Euskadi”, que no se romperá en manos de Patxi López, el cual no está dispuesto a admitir ninguna amenaza de los nacionalistas vascos, porque “el país no es suyo”.   No obstante, la portavoz del Gobierno vasco en funciones, Miren Azcarate, afirma que no entienden la necesidad de un cambio de lehendakari, cuando el actual ha ganado las elecciones claramente. No cabe duda de que esta señora tendrá que repasar urgentemente el régimen electoral existente para darse cuenta de que no se elige directamente al presidente sino que se escogen listas de uno u otro partido, y que por tanto, se pueden formar coaliciones para desalojar del poder al partido más votado.   Zapatero reclama al PNV “juego limpio” y “saber estar” a la altura de sus responsabilidades actuales, mientras que José Blanco receta “diálogo y cooperación” y muestra la predisposición del PSOE a mantener “buenas relaciones” con el PNV, con cuyo apoyo sacaron adelante los Presupuestos del Estado en el Congreso hace dos meses. Si es preciso, el jefe del Ejecutivo se encomendará a la decena de escaños de CiU, cuyo jefe, Artur Mas, atento al nuevo mercadeo parlamentario que se presenta, pone las cosas claras: “el valor de CiU cotiza al alza”. Y mientras tanto, el presidente del PP en el País Vasco, asegura que su partido está dispuesto a “arrimar el hombro” para que España avance y no saquen tajada los que están contra ella.   hechos significativos En España hay cerca de 3’5 millones de parados después de los últimos 154.000 que se han sumado en febrero. “Goldman Sachs” prevé un intenso y acelerado deterioro del negocio bancario español.

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