Los dirigentes del Partido Popular cierran filas ante lo que consideran un hostigamiento del aparato policial y judicial que maneja el Gobierno. Después de los últimos enfrentamientos internos y las ambiciones de sucesión que la debilidad de Rajoy despierta, la “causa general” que el juez Garzón ha iniciado contra ellos, aviva el patriotismo de partido en la oposición, frente a sus enemigos declarados: el PSOE, el Ministerio del Interior, la fiscalía, y el grupo PRISA.   El PP clama por la indefensión que la conducta de Garzón provoca. Éste sigue sin abrir el sumario –cuyo secreto, por otro lado, está siendo violado reiteradamente- que instruye, “sin tener competencia para ello”, puesto que algunos de los imputados son aforados, denuncia Federico Trillo; el cual, además, anuncia que se querellarán por prevaricación contra “el juez estrella” si no se inhibe de la investigación de la presunta trama de corrupción en la que se ha implicado a Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana y uno de los “barones” autonómicos con más peso en la derecha estatal.   Rajoy ha solicitado al jefe del Ejecutivo que acabe con los ataques al PP, garantizando la imparcialidad de los jueces y evitando los episodios de camaradería cinegética que han protagonizado el ministro de Justicia y el juez que fue compañero de escaño de Zapatero. Éste ha respondido que “ni la democracia ni el Gobierno van a consentir que se intimide a los jueces y a los policías” en la lucha que sostienen contra la corrupción. El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, con su habitual finura dialéctica, ha zanjado la cuestión: “si dimiten es porque están pringaos”.   Mientras tanto, en el Congreso se reclama la urgente comparecencia del ministro de Justicia, Fernández Bermejo, para que rinda cuentas en “la sesión de control” y explique sus correrías y monterías con Baltasar Garzón. Los diputados del PP quieren comprobar el nivel de cumplimiento del principio de independencia que “debe regir” las relaciones entre el poder ejecutivo y el judicial.   hechos significativos   Alfonso Guerra vuelve a pisar la escena para decir que Rajoy le tomó gusto a la cacería porque de un tiro "se cargó" a Camps, Gallardón y Aguirre.   La ansiedad de Garzón ha sido motivada, al parecer, por haber pasado el fin de semana cinegético con una determinada fiscal.   Manifestación de familias en el País Vasco para reclamar que sus hijos sean educados en español.

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