Tropas y vehículos blindados israelíes están adentrándose en los barrios periféricos de la ciudad de Gaza provocando la huida, por las calles, de miles de palestinos que abandonan sus hogares y buscan refugio. Prosiguen los bombardeos de la aviación israelí, alcanzando un edificio que albergaba las oficinas de varios medios de comunicación internacionales, y la sede de la ONU para los refugiados, UNRWA, en la que se almacenaban alimentos y depósitos de combustibles reservados para el traslado de la ayuda humanitaria. Aparte de éstos, “la comida que ha entrado en Gaza en los últimos días ha ardido”, explica un portavoz de esta agencia. El ministro de Defensa y el primer ministro israelíes han pedido disculpas al secretario general de la ONU, a pesar de que “sus soldados fueron atacados desde ese lugar”, por “las tristes consecuencias de ese gran error”.   Sí ha sido deliberada, en cambio, la eliminación de Said Siam, ministro del Interior, fundador de la policía de Hamás, y coordinador de unos 13.000 milicianos, el cual, desde que estos islamistas se hicieron cargo de la Franja de Gaza en 2007, había llevado a cabo una brutal represión contra los miembros de Al Fatah, según el líder de este movimiento y presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, cuyo ministro de Exteriores, Riad El Malki, en una entrevista a La Vanguardia, dice que a Hamás “no le importa el número de muertos” si al final consigue controlar la frontera con Egipto (el paso de Rafah) y tener reconocimiento internacional “sellando pasaportes con su firma”.   Por su parte, el Gobierno israelí informa de que ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para crear un mecanismo que permita acabar con el contrabando que se da a través de la frontera de Egipto con Gaza, que abastece de armamento a Hamás, y que luego ésta utiliza, lanzando proyectiles contra las poblaciones del sur de Israel. Esto podría conllevar la aceptación israelí del plan de Egipto para lograr un alto el fuego en Gaza. Dicho plan sería aceptable para Hamás con las siguientes condiciones: la retirada israelí en 48 horas, un periodo de calma que facilitaría una tregua de un año, y la reapertura de los pasos fronterizos de Gaza.   hechos significativos   Los inversores internacionales dudan de la solvencia española: el Tesoro tiene que pagar un 15% más de intereses que hace un mes para colocar deuda a 30 años.   “Cuido tanto el hablar que hablo peor”, dice Magdalena Álvarez.   Julio Anguita asegura que los sindicatos “son un apéndice del Estado” que no cumplen con su deber.

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