En el comunicado final de la reunión internacional que ha tratado la crisis financiera y sus efectos sobre la producción, se insta a los Gobiernos a poner en marcha medidas fiscales e incentivos públicos que estimulen la demanda interna y logren reanimar la economía. En cuanto a la anunciada necesidad de dar los primeros pasos en la reforma del sistema financiero mundial, lo único concreto que se ha acordado es celebrar nuevas reuniones donde grupos de trabajo proseguirán la discusión. El mensaje más inequívoco lanzado desde la cumbre del G-20+3 ha sido la defensa de la liberalización comercial frente al proteccionismo.   Si bien los participantes del cónclave han expresado su deseo de reflejar la influencia de las economías emergentes en el FMI, y que éste amplíe su capacidad para prestar dinero a países en desarrollo, no aparece ninguna mención a su posible papel de vigilante de las finanzas internacionales, puesto que el Foro de Estabilidad Financiera, un organismo creado por el G-7, sigue siendo el que reúne a los supervisores de las principales plazas financieras, aunque los gobernantes más poderosos tendrán como prioridad hacer sitio en ese restringido organismo a China e India.   El uso de los Presupuestos es la alternativa que se abre paso entre las posibles medidas gubernamentales para afrontar la crisis económica aunque lleve aparejados el endeudamiento y el déficit público. Así, Zapatero, tras poner como ejemplo a China -que destinará medio billón de euros a inversiones públicas-, ha declarado que “el incremento de la inversión pública es el instrumento más sólido para combatir una situación de estancamiento o recesión económica".   No solo el desarrollo de la cumbre de Washington ha defraudado muchas expectativas. Corroborando lo dicho por Bush (“La solución nunca ha sido más Gobierno”), el mismo Zapatero que iba a “dar la batalla ideológica” contra los postulados neoliberales, se ha transmutado en uno de los más ardorosos defensores de una libertad económica que el “Estado no debe coartar” ya que su responsabilidad es “poner orden en los mercados financieros, no sustituirlos”.   hechos significativos   El grupo inmobiliario Tremón, con una deuda de 900 millones, se declara insolvente. Izquierda Unida sigue sin coordinador general, a la espera de una comisión que lo nombre. Principio de acuerdo en Irak para la retirada de tropas en 2011.

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