En Cataluña se afronta una situación de emergencia tras la sequía más persistente de los últimos cincuenta años. La Generalitat ha solicitado de forma excepcional un trasvase de agua desde el río Segre (afluente del Ebro), que tendría carácter temporal, para garantizar el abastecimiento del área metropolitana de Barcelona (cinco millones de habitantes). Esta petición ha provocado la oposición del resto de Cataluña, de otras Comunidades Autónomas, y del Gobierno central. En la misma Cataluña, hay un movimiento comarcal de rechazo a la cesión de agua a Barcelona ya que ésta lleva demasiado tiempo absorbiendo recursos de zonas con menos habitantes y menos inversiones; también CiU se opone al trasvase por razones ecológicas y económicas. El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias ha señalado que el Estatuto de su comunidad impide cualquier trasvase del Ebro o sus afluentes, y en Valencia y Murcia llaman la atención sobre la contradicción de los socialistas :"Ahora sí quieren trasvases" (portavoz del Gobierno valenciano). La vicepresidenta Fernández de la Vega anunció el pasado viernes que el Gobierno no autorizará el trasvase Segre-Barcelona. Sin embargo, al presidente catalán ha declarado que no le "temblarán las piernas" a la hora de imponer un trasvase del río Segre o coger "agua de donde haya", porque se necesita "para que la gente beba", y además "los recursos hídricos no son propiedad de nadie, son de todos". Por eso, el PSC defenderá el trasvase incluso contra un Gobierno central de su mismo partido que se ha opuesto a todos los trasvases para favorecer la puesta en marcha de unas desaladoras todavía inoperantes; en este sentido, el consejero de Interior de la Generalitat tachó a la vicepresidenta de "irresponsable" y "desleal". Mientras en una parte de España el agua se desaprovecha porque los embalses están llenos o debido a la ausencia de una infraestructura que canalice el agua de los ríos que se desborda o va a parar al mar, ciertas regiones padecen una pertinaz escasez de agua. En un proceso de cantonalismo hídrico, el uso del agua se ha convertido en un elemento de confrontación política e interregional, en la que cada Comunidad quiere retener la que pasa por ellas, sin un Gobierno central que asuma las competencias necesarias para asegurar un sensato aprovisionamiento de todos los españoles.   hechos significativos El sindicato CSI-CSIF denuncia las numerosas negligencias que produce un sistema judicial obsoleto como el espanol. El Sr.Llamazares asegura que seguirá en Izquierda Unida.  

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