La derrota electoral del Partido Popular en las elecciones legislativas por segunda vez consecutiva, con Mariano Rajoy como jefe de filas, concitó dudas sobre su permanencia y críticas acerca de su continuidad, por parte de los periodistas conservadores más influyentes (Pedro J. Ramírez y Jiménez Losantos) que pronto fueron despejadas y desoídas. La confirmación de su liderazgo, con una nula contestación interna,  ha llevado aparejada la exigencia de renovar el equipo directivo del partido con el que se presentó a las pasadas elecciones. Los señores Acebes y Zaplana, que ya no será el portavoz del Grupo Parlamentario  Popular, han sido los dirigentes más asociados al pasado y al fracaso del partido.   El líder del PP baraja una serie de nombres para formar su nuevo aparato de poder: Soroya Sáenz de Santamaría, Pío Escudero, Esteban González Pons, siendo éste último, posible sustituto de Zaplana en el Congreso, el que está despertando más recelos en el interior del partido, ya que su nombramiento, a causa de su vinculación con el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, sería interpretada como una designación encubierta del sucesor de Rajoy, tal como ha afirmado el diputado popular Vicente Pujalte. Esperanza Aguirre, con sólidos apoyos internos y externos, representaría una de las candidaturas a la sucesión de Rajoy más factibles. Los diputados Monserrat Nebrera y Jorge Moragas han sido los últimos miembros del PP, en manifestar la necesidad de una urgente renovación.   Estos movimientos no ocultan la incoherencia de solicitar cambios en la estructura del partido, presentando caras nuevas y abriendo las ventanas al aire fresco de la periferia, sin aludir a la imposibilidad de poner en tela de juicio la jefatura que les ha conducido al estancamiento. Rajoy confecciona las listas, y por tanto, mantiene el control absoluto sobre unas corrientes internas, a las que puede canalizar o contener a su antojo. Que los integrantes de los partidos no puedan elegir ni revocar, de manera democrática a sus dirigentes es lo propio de esa clase de organizaciones. Lo que resulta impropio de la sociedad civil, es no tener libertad de elección de mandatarios políticos.   hechos significativos Según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid, la crisis en el sector de la construcción, elevará la tasa de paro hasta el 9'5 por ciento en 2009, afectando a 600.000 trabajadores. Los corresponsales españoles en Marruecos denuncian el acoso de las autoridades marroquíes y su desamparo ante la arbitrariedad del Gobierno local.

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