Sikabi El Asri

La actual situación de la sociología; política marroquí está plasmada en el caso de Alhucemas. Muhsin Fikri: padre de familia y socio de tres hombres con ansias de ser expulsados del estómago del Paro; fallece en un camión de basura siendo empujado por un representante del Majzén, para ser triturado en la tolva. El mártir de Alhucemas- como ha sido apodado, por la calle marroquí- trabajaba como camionero: recogiendo la mercancía en el puerto, para trasladarla al zoco. Muhsin era un hombre pobre: económicamente, aunque con unos valores nobles y una paciencia salomónica; fue premiado con una muerte entre el excremento y el esqueleto de la sardina o el pez emperador. Los hechos transcurrieron, en la madrugada del treinta octubre, ante la morbosa mirada de la ciudadanía. Unas miradas morbosas que acabaron mojadas por las lágrimas de la compasión y la tristeza; unas miradas morbosas imploran a Allah y al auxilio:   << Allah wa Akbar>>, grita la masa-terremoto que presenció el << Thn Mu>>. El “Thn Mu” es la digna metáfora del Marruecos contemporáneo azotado por la miseria; la prostitución forzosa; el pseudo-discurso malikí – el racionalismo malikí ha sido secuestrado por la tiranía gubernamental del dogmatismo wahabí- o la tiranía cobarde del Majzén(los monstruos marinos tienen corta vida, afirma el titmeliense Abderramán El Majdoub). Sí, el mismo Majzén republicano que quiso derrocar a <<  notre ami, le roi>> de su avión. << El tirano ha muerto>>, afirma el Majzén al alma de Muhsin. Muhsin es la ciudadanía marroquí, desde el profesor de álgebra o lógica hasta la veinteañera que vende pan y vino y recoge con su cuerpo alauita el riyal del saudí. Muhsin es como la señora que se prendió fuego, a lo Sidi- Bouzid, al ser víctima del Hgra del policía nacional: una voluntad que se impone, a diferencia del frutero. La Autoridad Policial en el Marruecos de Chukri, Mernissi o al-Jabri tiene la capacidad de castigar; someter; escupir; rkz o bailar sobre la fisionomía del civil travestido de Muhsin Fikri o Fatema Bent Hussein, Abraham Serfaty. El Majzén es intocable; inmaculado ante los ojos almendrados del Califa Rosa o el fez occidental o el rojo-violeta 4 de Ibn Hazm de Córdoba. Marruecos está indignado; los morabitos no paran de maldecir al primo preferido de Moulay Rachid: orientado hacia el acantilado maloliente y al pésimo entendimiento del poder del Califa en un contexto malikí. La polémica de Muhsin viene acompañada por la melodía del popular cantante marroquí: Saad Lamjareed; este último ha tenido el privilegio vergonzoso y repugnante de ser defendido ante una presunta violación. Es más, el abogado del presunto violador ha sido financiado por el hijo de la Latefa: ⵎⵓⵃⵎⵎⴷ ⵡⵉⵙ ⵚⴹⵉⵚ, Mohamed VI. Paradójicamente, la familia de Muhsin no ha sido indemnizada por el Califa; este último prefiere defender el deseo del loco a la dignidad del obrero. << Mi hijo no amenazará la unidad de Marruecos>>, interrumpe el padre del rifeño. El Califa prefirió-como respuesta a la interrupción – enviar una jauría:

<<La familia de Muhsin tuvo una repentina; propagandista y capciosa visita del ministro de Interior: Muhammad Hassad, el que fuera walí o el peor alcalde visto en la historia poscolonial del Tánger azul y blanco. Este ministro prometió Justicia. La Justicia sigue retrasada, en el retraso del títere-presidente de Marruecos; invita a no manifestarse, públicamente, a favor de Muhsin. El Majzén cambia las sábanas al parlamento y al palacio marroquí, mientras el Califa financia al presunto verdugo y el Sistema marroquí no invita a dimitir al ministro de Interior o Agricultura. Un Ministerio de Agricultura liderado por un globo defectuoso y vacío: Aziz Akhannoush: elegido a dedo y beso del Majzén travestido de nacionalismo. El Califa de Marruecos vendido a los dólares del wahabismo, mientras renuncia a la escuela de Averroes; Ibn Arabi o Ibn Jaldún: Escuela Malikí o al humanismo de mi bisabuelo Maimónides parafraseado por algún filósofo de la Escuela Malikí. Esta escuela habría juzgado al Califa, o al responsable del asesinato del rifeño universal. Pero, la filosofía malikí está presente en la indignación marroquí; en la crítica marroquí; en el pensamiento marroquí. Los marroquíes no quieren verse entre basuras, sino rodeados de almizcle y música shjbi: Pinhas Cohen. Este mismo pueblo se ha puesto de acuerdo en la causa de Imzurn,  donde el marxista; el liberal; el fundamentalista han plantado cara; frente; grito seco contra el Gobierno marroquí. Es un hecho sin precedentes, desde los años de Tazmamart o Plomo que aniquilaron la dignidad marroquí o la identidad bereber-rifeña. Además, la causa Amazigh se ve en todas las manifestaciones a favor de Muhsin; a favor de la identidad rifeña; a favor- según el periodista Rashid Beljezi- de la libertad (¡en breve, será la colectiva!)  y elevando los tres dedos de la causa Amazigh.. Los universitarios se manifiestan, los intelectuales escriben en contra de lo oficial-mentiroso; las masas calientan la darbuka de las calles y se indignan ante los cinco detenidos, ante los cinco inocentes detenidos: basureros- entre ellos un autista: Buchjaib- o transeúntes. ¿Y el comisario? No, el comisario: no; sino alimentaría el odio marroquí hacia el Majzén. ¿Y el ministro?, se cuestiona Mbark. << El ministro es decente y un buen socialdemócrata>>, abofetea  la socialdemocracia marroquí de chatarra y plagio. Muhsin está en lo celeste, mientras el botón rojo acecha. El camión de basura tiene un botón de emergencia, si fuera un accidente- según afirma el periodismo mediocre, oficial e inhumano-: ¿por qué no pulsan el botón de la fraternidad?, le pregunta la inteligencia a la versión oficial (¡son tantas!): saltó, fue un accidente, fue empujado por un esquizofrénico: ¡Viva la conspiración del ignorante! Los pescadores; los empresarios; los judíos marroquíes; los rifeños; el ateo cubano;  el chino sufí;   los madrileños; los tangerinos; los humanos condenamos la tiranía y la falta de dignidad del califato. Esta tarde el imán Abraham, el rabino Jesús y el cura Omar plantean la misma tesis que el Califa. A los religiosos, se les ha escrito el discurso; al Califa le han escrito el discurso y los consejeros califales escriben sus discursos con la tinta de la basura y el No-racionalismo: ¡Viva el Marruecos carnívoro; primitivo!, afirma el Califa; renuncia a su monopolio en el mercado por la economía de Ibn Jaldún. << Thn mu>>, grita el comisario. La “u” se alarga: << Thn, din, Mu>>.

 

Referencias:

“Notre ami, le roi”, Guilles Perrault; Gallimard (1992)

“Introducción a la Historia Universal”, Mulay Ibn Jaldún; Fondo de Cultura Económica, México (1997)

“Journal d´un prince banni”, Hicham Alaoui; Grasset (2014)

A.Naciri, al Istiqca; Casablanca (1956)

“Crisis de 1965 entre Marruecos y Francia: Ben Barka”/ Tercio Laocrático, por Don A.G.Trevijano (YouTube)

 

 

 

 

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