Roberto Centeno

ROBERTO CENTENO

Numerosos lectores y oyentes (en emisoras de internet, pues he sido vetado del resto de medios por Moncloa), me preguntan cómo invertir su dinero crecientemente preocupados por los intereses negativos que les ofrecen por los depósitos bancarios, y recordando las ocasiones en que aconsejé comprar o vender determinados activos, y que tuvieron éxito. En 2007, cuando Solbes, el BdE y los servicios de estudios al servicio del Gobierno y de las constructoras aconsejaban a la gente endeudarse para comprar casas “porque cuando más se endeuden más ricos serán, porque los pisos nunca pueden bajar de precio”, utilicé todos los medios a mi alcance –fundamentalmente la COPE, en el programa de César Vidal– para aconsejar no comprar ni en broma y vender lo que se tuviera y pudiera.

También en 2007 aconsejé vender todas las acciones que tuvieran de bancos y constructoras cuando en agosto, en plena crisis, MAFO y Solbes afirmaron muy serios que “la crisis financiera internacional no nos afecta en absoluto”. Anteriormente en 2005, cuando Gas Natural (una hormiga) lanzó su ridícula OPA sobre Endesa (un elefante, desastrosamente gestionado, cierto, pero un elefante) al irrisorio precio de 19 euros, aconsejé a todos los que me escuchaban comprar lo que pudieran y no vender por debajo de 40 euros (yo personalmente me endeudé hasta la camisa comprando a 19 euros). Más recientemente, en 2013, a raíz de la nueva política económica del Gobierno de Shinzo Abe en Japón, las famosas “tres flechas”, les aconsejé aquí comprar el Nikkei 225. Desde entonces se ha revalorizado en un 39 %.

Se trató, evidentemente, de situaciones las que el tema era tan claro que no existía posibilidad de error. Pero eso solo ocurre muy de tarde en tarde, y a día de hoy, aunque las expectativas son buenas o incluso muy buenas, no me atrevería a afirmar como en otras ocasiones compren o vendan, porque sí hay un riesgo de error, aunque como consecuencia de la expansión monetaria (QE) del BCE y el fin del dinero a coste cero (0,25 %) en los EEUU, que empezará a elevar tipos probablemente en septiembre, porque su economía va como un tiro con un paro del 5 %, se abre una ventana de oportunidad en las bolsas de valores, donde las posibilidades de ganar superan ampliamente a las de perder en los próximos 12 meses. Es lo que trataré de explicar.

Dónde colocar hoy su dinero

Para empezar, el QE supone un auténtico río de dinero que puede durar hasta finales de 2016. En algunos países como España alimentará en primer lugar el despilfarro y la corrupción. Susana Díaz ya ha dicho que duplicará las embajadas de Andalucía en el exterior para colocar a parientes, amigos y correligionarios, que seguirá creando empresas y organismos públicos, y además reducirá impuestos. El dinero se lo da Rajoy, que lo recibe del BCE; la burbuja de deuda seguirá creciendo sin pausa hasta que la primera subida de tipos la haga estallar por los aires: estos irresponsables arruinarán nuestra vida y la de nuestros hijos y nietos.

Pero también una parte irá a la bolsa y a los bancos, que son los grandes beneficiarios del QE, dado que el BCE les va a comprar toda su deuda, por lo que, además de generarles enormes beneficios con una deuda que caerá como una losa sobre las generaciones futuras, dispondrán de una liquidez excepcional. Parte la están prestando de nuevo en la misma forma insensata que hicieron en 2006/07 y que les salió gratis, porque Zapatero y Rajoy hicieron que la pagáramos nosotros, y parte “calentando” sus propias acciones, que subirán sin la menor duda. En otros países de la Eurozona el dinero no irá al despilfarro y a los corruptos, pero sí a la bolsa, es decir, que sus bolsas van a subir, pero hay uno que será de largo el más beneficiado por el QE: Alemania. En EEUU, donde las empresas están mostrando sólidos beneficios, las bolsas presentan también expectativas claramente alcistas.

Con estos fundamentales, el primer consejo que les daría es muy obvio: si deciden invertir su dinero en bolsa, no lo inviertan en los fondos que habitualmente les ofrecen los bancos por dos razones. La primera, porque les cobran un ojo de la cara por entrar, por salir y por estar. Y la segunda, porque solo muy raramente baten a los índices. Por ello, si su idea es invertir en bolsa española, lo mejor es que compren un índice que replique el Ibex 35, por ejemplo el LYXIB SM, cuya última cotización el viernes fue de 113,8 euros, que en lo que va de año se ha revalorizado en 11,6 % y en los últimos 12 meses un 14,1 %, y además aquí no se paga ni por entrar ni por salir y si lo tiene en un banco no español tampoco por estar (custodia de valores), que es una “costumbre” de la banca local.

El segundo, que inviertan en dólares, que están yendo a la paridad con el euro a mayor rapidez de lo que nadie esperaba, ahora se piensa que puede volverse a la cotización inicial 1 euro = 0,81 dólares en un año. Para ello, si invierte en euros, cambie primero sus euros a dólares, deposítelos a plazo en su banco y pida un préstamo en euros por el contravalor para realizar la compra. La tercera, y puestos a invertir en índices, háganlo en aquellos con más posibilidades de revalorización: el DAX alemán sería una apuesta clara por lo dicho antes. La cuarta es la economía norteamericana, la única que de verdad ha superado la crisis, con empresas sólidas y bien gestionadas y no los habituales cortadores de cabezas que gestionan muchas de las nuestras, despidiendo gente a mansalva, bajando sueldos gracias a la reforma laboral y subiéndose los suyos escandalosamente.

¿Cómo y por qué he invertido mi dinero?

Lo siguiente sería aconsejar inversiones concretas, pero eso no voy a hacerlo. No tengo inconveniente, sin embargo, en decirles en lo que yo he invertido, dado que si Montoro lo sabe ustedes pueden saberlo también. Debo advertir, no obstante, que mi caso es con un perfil de riesgo superior a la media, aunque sin querer sufrir un batacazo espectacular, que siempre puede ocurrir cuando se juega a acciones concretas en lugar de a índices. Por ello, lo primero invierto en índices, y en el caso de la bolsa norteamericana también en índices no solo globales, sino particularmente de biotecnología y tecnología.

Mi primera inversión es en el DAX a través de un ETF que lo replica, DAXEX:GR , aunque hay más índices –ni se les ocurra un fondo en valores alemanes que le recomiende su banco– que puede mandar comprar en cualquier banco y que se ha revalorizado un 21 % en lo que va de año, y un 8,2 % en los últimos 30 días. Y si quieren invertir en bolsa americana, un ETF que replica al Dow Jones es el IVY:US, a lo que hay que sumar la revalorización del dólar, un 30 %. Aunque el mejor ha sido el tecnológico Nasdaq 100, que ha subido un 4,1 % desde principio de año, y un 16,7 % en un año más la revalorización del dólar, el ETF que lo replica es el QQQE:US.

Y ahora mis inversiones en índices sectoriales. ¿Por qué biotecnología y tecnología en lugar de bancos, comercio o grandes industrias? Primero porqueel desarrollo de nuevas medicinas y terapias está siendo espectacular. El año pasado la FDA, el organismo encargado en los EEUU de aprobar los nuevos medicamentos, y desde luego el más serio y riguroso del mundo, aprobó 45 nuevos productos frente a 11 en 2013, y la gente se quedará sin comer antes de comprar una medicina que pueda curarle una enfermedad grave. ¿Cuánto pagarían por una medicina que cura o alarga la vida en determinados tipos de cáncer, que cura enfermedades de corazón, la hepatitis C, o decenas de enfermedades serias?

Mis fondos de inversión en biotecnología son el BIB:US, que multiplica por dos el beneficio pero también el riesgo, por lo que no se lo aconsejo, el Nasdaq Biotechnology Index, que ha subido un 43,5 % desde primero de año, un 16,7 en los últimos 30 días, y un 80 % en un año. El XBI:US, un fondo que replica el S&P Biotechnology Select Industry Index, un 27, 8 % desde principio de año, un 12,2 % en un mes, y un 48,7 % en un año. El tema es tan espectacular que se habla de una burbuja biotecnológica –yo personalmente no lo creo–, pero el riesgo está ahí. Una terapia o un medicamento fallido pueden hacerles perder hasta el 90 %.

Y por la misma razón –confianza en la tecnología–, el mejor fondo que he encontrado, aunque puede haberlos mejores, es el FIDFTEE:LX, con base en Luxemburgo y cotizado en euros. Lo que más me ha llamado la atención de este fondo que invierte en todo el mundo, no solo en EEUU, es que solo sube y apenas tiene volatilidad, un 15,8 % desde principio de año, 5,8 % en un mes, y un 49 % en un año, pero si miran la gráfica del año apenas tiene bajadas, nada de montañas rusas, que son gravemente peligrosas para la salud, y desde 2009 igual, 336 % con pocos baches. Y como índice global de la bolsa americana me he centrado en el Nasdaq 100 a través de un ETF que lo replica, el QQQE:US.

Aparte de ello corro un riesgo mayor en varias empresas concretas. Apple lanumber one –un 69 % de revalorización en un año, y donde la mayoría de los presidentes de las empresas del Ibex no estarían ni de botones–, luego Googley varias biotecnológicas: Gilead Science que comercializa el Sovaldimedicamento milagro contra la hepatitis C y con más “milagros”, muy avanzados en HIV/AIDS y problemas cardiovasculares y respiratorios graves;Novavax, descubridora de la partícula VLP similar a un virus con unas aplicaciones increíbles, y tiene casi a punto un tratamiento contra el ébola.

Celgene, pionera en desarrollo y comercialización de terapias contra el cáncer y enfermedades inmunoinflamatorias relacionadas; Novartis, a la que la FDA ha aprobado hace 20 días el mejor tratamiento anti-aging descubierto jamás, la “píldora de la eterna juventud”; Agio Pharma, que ha subido un 142 % en un año por sus descubrimientos y terapias en el metabolismo del cáncer –si sus medicamentos son aprobados, se irá a las estrellas, pero ojo, si fallan perderá de golpe casi todo su valor–; y finalmente Amgen y Biogen, que el viernes subió un 10 % por su nuevo medicamento contra la esclerosis múltiple.

En todo caso, entre invertir en estas empresas que crean riqueza de verdad y productos esenciales para la humanidad e invertir en los oligarcas del Ibex que viven de la subvención, del favor político y de los monopolios (la última del inútil ministro Soria, que no sabe distinguir entre un panel fotovoltaico para producir electricidad y un panel solar para calentar agua, pero sí sabe qué intereses son los que defiende el PP: desautorizar a la CNMC en su querella contra Repsol, que está abusando como nadie antes de su posición dominante para expoliar a los españoles sin contemplaciones), para mí no hay duda.

Nota: El pasado día 18 se inauguró la nueva sede del BCE en Fráncfort, dos gigantescas torres de cristal de 185 metros de altura con 45 y 43 plantas respectivamente, conectadas por un descomunal atrio, y cuyo costo de 1.300 millones de euros originó una oleada de violentas protestas dejando 350 heridos y una ciudad en llamas. Solo la faraónica remodelación del palacio de Correos de Madrid, un edificio 30 veces más pequeño, por el megalómano Gallardón, costó 500 millones de euros, lo que obviamente es IM-PO-SI-BLE aunque hubieran revestido de oro las paredes. ¿Alguien lo ha investigado? ¿Alguien ha denunciado tamaño disparate? ¿Alguien ha protestado? Somos una capital y un país de ignorantes y borregos. ¿Qué hace la Fiscalía Anticorrupción? ¿Qué ha hecho la “oposición”?, ¿qué ha hecho la prensa? Espero que los nuevos llegados en mayo investiguen a fondo este disparate que no tiene precedentes, y que expliquen cómo, a quién y por qué se ha pagado esta salvajada.

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