Paco Bono

PACO BONO SANZ

Muy honorable Artur Más i Gavarró,

Escribo la presente carta para poner los puntos sobre las íes ante una situación que está llevando a España a la peor crisis de su historia. Quiero, con esta carta, dar respuesta a su pública intención de convocar un referendo sobre el derecho de autodeterminación, o lo que usted llama “derecho a decidir”. Como ciudadano español le voy a transmitir las razones ontológicas por las cuales bajo ningún concepto vamos a aceptar que someta al Estado y a la Nación españoles a un proceso suicida. Como Presidente del gobierno de España le voy a advertir sobre las consecuencias legales de sus actos.

¿Qué es España? ¿Se lo ha preguntado usted alguna vez con sinceridad? Se lo diré. España es una nación creada por la historia mediante hechos voluntarios e involuntarios, que llamamos azar. ¿Qué es Cataluña? Cataluña, como el resto de regiones, forma parte de un todo que no se puede fragmentar so pena de su desaparición total. ¿Por qué España está unida? ¿Lo sabe usted? ¿Acaso desconoce la existencia del Compromiso de Caspe? ¿Desconoce el hecho de que unos compromisarios, entre los que se encontraba un catalán, votaron en 1412 sobre la elección del nuevo rey de Aragón tras la muerte de Martín I el Humano? En aquel cónclave se optó por entregar la Corona de Aragón, que incluía también el territorio que hoy es Cataluña, a Fernando de Antequera, infante de Castilla. Como usted sabrá, Fernando I de Aragón es el abuelo del que sería Fernando III de Aragón quien se casaría con la princesa de Asturias, Isabel de Castilla. Pero la fructificación de este matrimonio no resultó fácil. Cautiverios, conspiraciones, asesinatos y guerras hubieron de sucederse para que Isabel y Fernando consiguieran unirse en matrimonio, y con él, sus reinos. Luego vino la conquista conjunta del Reino de Granada.

A la muerte de Isabel, Fernando asumió el control de España e integró al reino de Navarra en la Corona de España, cuya Nación y Estado eran ya reconocidos por el resto de estados europeos, como se demuestra en las palabras de Nicolás de Maquiavelo, recogidas en su libro “El Príncipe” (1513), donde dice: “Nada proporciona a un príncipe tanta consideración como las grandes empresas y el dar de sí ejemplos fuera de lo común. En nuestros días tenemos a Fernando de Aragón, el actual Rey de España, al quien casi es posible llamar príncipe nuevo, porque de rey débil que era se ha convertido por su fama y por su gloria en el primer rey de los cristianos”. Sucesiones, guerras, bodas, conspiraciones, ambiciones, condicionantes geográficos, todo ello en suma ha conformado nuestra Nación, una de las más antiguas de Europa. Cataluña ha tenido su papel, sin duda, como también el resto de regiones; pero no es que Cataluña forme parte de España, sino que Cataluña es en sí misma España, como España es en sí la causa y razón de Cataluña y de cada una de sus regiones.

Espero haberle aclarado los orígenes históricos de España. Porque, nos guste o no, la historia es la que es, y si la existencia de España no ha sido nunca sometida a la voluntad de ninguna generación de españoles, ¿por qué habría esta generación de gozar de la facultad suicida que usted reclama? Para acabar con España (y con Cataluña) no cabe la acción pacífica, porque como dice Don Antonio García-Trevijano (le recomiendo que lea su obra “El discurso de la República. Del hecho Nacional a la conciencia de España”): “no son los hechos de existencia materia para la democracia, como tampoco podemos votar si Dios existe o no”. La Nación y el Estado españoles son consecuencia de hechos de existencia, no de experiencia. Sólo podrá usted destruir España y, con ello, también Cataluña, si osa enfrentarse al resto de la Nación, y la derrota. Pero no crea que el Estado, como sujeto jurídico de la Nación, va a quedarse quieto y no le va a plantar cara hasta las últimas consecuencias.  Su locura será combatida sin cuartel.

Como me temo que lo expuesto en los primeros párrafos del texto no le hará desistir de sus intenciones, quiero, a continuación, detallarle las acciones inmediatas que tomará el gobierno en caso de que usted haga público un día más su deseo secesionista (artículo 548 del código penal), así como si se le ocurre convocar un referendo suicida  (artículo 545 del código penal):

Artículo 548 del Código penal español.

La provocación, la conspiración y la proposición para la sedición serán castigadas con las penas inferiores en uno o dos grados a las respectivamente previstas, salvo que llegue a tener efecto la sedición, en cuyo caso se castigará con la pena señalada en el primer apartado del artículo 545, y a sus autores se los considerará promotores.

Artículo 545 del Código penal español.

Los que hubieren inducido, sostenido o dirigido la sedición o aparecieren en ella como sus principales autores, serán castigados con la pena de prisión de ocho a diez años, y con la de diez a quince años, si fueran personas constituidas en autoridad. En ambos casos se impondrá, además, la inhabilitación absoluta por el mismo tiempo.

Como ya hiciera en 1934 el gobierno legítimo de la República Española, no me temblará el pulso a la hora de emprender las acciones legales necesarias si usted continúa con su locura suicida. La ley no está para fundar naciones, las naciones, como lo es España, son anteriores a toda constitución y régimen político. Es mi compromiso, como hijo que soy de España, hacerle llegar esta realidad. Pero es mi deber, como jefe del Estado de partidos, transmitirle las consecuencias legales de sus actos.

Mariano Rajoy Brey

Presidente del gobierno de España

Nota del articulista: Ojalá esta carta fuera una realidad. Pero sin inteligencia, ni valor, esta misiva nunca podrá tener lugar.

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